miércoles, 30 de marzo de 2011

BAILANDO

SU MELODIA

El tango tiene forma binaria (tema y estribillo) y compás de cuatro cuartos (a pesar de que se le llama «El dos por cuatro»).[cita requerida]







Jorge Luis Borges destacaba que la música de tango está tan conectada con el mundo rioplatense que cuando un compositor, de cualquier otra parte del mundo, pretende componer un tango «descubre, no sin estupor, que ha urdido algo que nuestros oídos no reconocen, que nuestra memoria no hospeda y que nuestro cuerpo rechaza».[49] Esa característica fuertemente local del tango, imbricada con el ritmo y la musicalidad del lenguaje rioplatense, ha sido reiteradamente señalada.
Una de las primeras características de la música tanguera fue la exclusión de los instrumentos de viento-metal y percusión, quitándole estridencias con el fin de construir una sonoridad intimista y cálida, capaz de transmitir la sensualidad que lo definió desde un principio.

martes, 29 de marzo de 2011

ETIMOLOGIA

El término parece provenir del idioma ibibio (idioma de la familia lingüística Níger-Congo), tamgú: ‘tambor’ y ‘bailar (al son del tambor)’. Se desconoce a ciencia cierta si la palabra española tambor proviene de este ibibio tamgú o del árabe hispánico tabal. En el siglo XIX, en la isla El Hierro (de las islas Canarias) y en otros lugares de América, la palabra «tango» significaba ‘reunión de negros para bailar al son del tambor’.
El historiador Ricardo Rodríguez Molas[5] investigó los lenguajes de los esclavos llevados a la Argentina. La mayoría provenía de etnias de Congo, el golfo de Guinea y el sur de Sudán. Para ellos, tangó significaba ‘espacio cerrado’, ‘círculo’ y cualquier espacio privado al que para entrar hay que pedir permiso. Los traficantes de esclavos españoles llamaban «tangó» a los lugares donde encerraban a los esclavos, tanto en África como en América. El sitio donde los vendían también recibía ese nombre. Antes de 1900 a este género se lo llamaba «tango canyengue». La palabra es de origen africano. Los negros porteños la pronunciaban caniengue y desde 1900 los blancos lo escribieron y pronunciaron canyengue (con la ye porteña)
El «caminar canyengue» es una manera de caminar del compadrito, de cadenciosos movimientos de cadera. También se lo llama «caminar arrabalero» (siendo «arrabal», los suburbios o barrios bajos de las antiguas ciudades de Buenos Aires y Montevideo). Como lo representa Tita Merello en la película Arrabalera (1945).
El Diccionario de la Lengua Española de la RAE, en su edición de 1899, definía al tango como una ‘fiesta y danza de negros o de gente del pueblo, en América’ y también, como segunda acepción, ‘la música de esa danza’. Es interesante notar que el diccionario le da al término un falso origen latino: dice que proviene del latín, que es tangir [más bien sería tángere, de donde proviene 'tañir'] y de ahí ego tango: ‘yo taño’. La edición de 1914 traía la etimología tangir y tángere: ‘tañir o tocar (un instrumento)’. Las siguientes ediciones eliminaron el error.

lunes, 28 de marzo de 2011

SU HISTORIA

Orígenes en los siglos XVIII, XIX y XX

Si bien el tango reconoce lejanos antecedentes africanos, latinoamericanos y europeos, sus orígenes culturales se han fusionado de tal modo que resulta casi imposible reconocerlos.
En esencia el tango es una expresión artística de fusión, de naturaleza netamente urbana y raíz suburbana («arrabalero»), que responde al proceso histórico concreto del mestizaje biológico y cultural de la población rioplatense pre-inmigración (indígenas, negro, mulatos y criollos) y la inmigración masiva, mayoritariamente europea, que reconstituyó completamente las sociedades rioplatenses, a partir de las últimas décadas del siglo XIX.
A diferencia de otras zonas del mundo, los inmigrantes que llegaron al Río de la Plata a partir de la segunda mitad del siglo XIX, superaban en cantidad a las poblaciones nativas y fueron parte de un intensivo proceso de mestizaje multicultural y multiétnico, en gran medida inducido por el Estado a través de una formidable promoción de la escuela pública laica.
El tango es hijo directo de ese intenso mestizaje.
Se sabe que el argot del tango, el lunfardo, está plagado de expresiones italianas y africanas; que su ritmo y clima nostálgico tiene un cercano parentesco con la habanera cubana; y que «tango, milonga, malambo y candombe», son parte de una misma familia musical de raíces africanas y también de las costumbres provenientes de los gauchos que migraron a la ciudad.
Sin embargo el tango no se confunde ni deriva de ningún estilo musical en particular. Ernesto Sabato dice que por sobre todas las cosas el tango es un híbrido, una expresión original y nueva que deriva de una movilización humana gigantesca y excepcional.
El tango apareció en el Río de la Plata y sus zonas de influencia, en la segunda mitad del siglo XIX en el marco socio-cultural de las grandes oleadas migratorias de los más variados orígenes internos y externos, que recibió entonces esa región.
Otros puertos fluviales como en Campana y Zárate también registran antiguos antecedentes tangueros. Se trató de una música eminentemente popular, rechazada y prohibida por las clases altas y la Iglesia Católica, por lo que se desarrolló en los barrios pobres de los suburbios (los arrabales), los puertos, los prostíbulos, los bodegones y las cárceles, donde confluían los inmigrantes y la población local, descendientes en su mayoría de indígenas y esclavos africanos.
Allí se fueron fusionando libremente las formas musicales más diversas (candombe, payada, milonga, habanera, tango andaluz, polca, vals, etc.), provenientes de los orígenes más diversos (africanos, gauchos, hispanos coloniales, indígenas, italianos, judíos, alemanes, andaluces, cubanos, etc.), hasta formar el tango. Se estima que la transición duró alrededor de cuarenta años para afianzarse como un género plenamente constituido en la última década del siglo XIX.[23)
En 1857, el músico español Santiago Ramos compuso uno de los primeros temas de aire tanguero que se conozca, Tomá mate, che, un tango con letra rioplatense pero con arreglos musicales de estilo andaluz. El tema formaba parte de la obra El gaucho de Buenos Aires, estrenada en el Teatro de la Victoria.[24] En 1874 se ha documentado el primer tango que alcanzó difusión popular masiva. Se trata de El queco, también de estilo musical andaluz, con una letra sobre las «chinas» (las mujeres argentinas de origen indígena o africano) que trabajaban de prostitutas en los burdeles.[25]
En 1876 se hizo muy popular un tango-candombe llamado El Mereguengué, que se convirtió en éxito en los carnavales afroargentinos que se celebraron en febrero de ese año.[26] Se interpretaba con guitarra, violín y flauta, además de los tambores de candombe afroargentino (llamador y repicador).